Dos son los colegios que han abierto sus puertas a este innovador proyecto, donde se implementa tecnología educativa para mejorar el aprendizaje y motivación de estudiantes de escuelas básicas.
Según las normativas y manuales sobre convivencia escolar vigentes en los establecimientos de nuestro país, el uso del celular en clases está prohibido. ¿La razón? Se cree que el celular es factor que contribuye a la distracción del estudiante y, muchas veces, puede ser empleado para burlar algún tipo de evaluación.
Precisamente, éstos son los lineamientos que la alianza estratégica entre Costadigital y Samsung quiere revisar y revertir al incorporar smartphones a la sala de clases, para mejorar el aprendizaje y motivación de estudiantes de 7° y 8° básico, pertenecientes a las escuelas República de Ecuador de Viña del Mar y la Escuela Ciudad de Berlín en Valparaíso, con excelentes resultados.
[gdlr_quote align=»center» ]“El celular como recurso tiene muchas ventajas; primero, está presente en el aula y los niños y niñas están familiarizados con su uso; segundo, es transversal e inclusivo porque contiene una diversidad de formatos —imagen, video, audios, etc. —, donde el docente puede atender la diversidad de estudiantes que tenga; y tercero, el acceso, dada la lógica multiplataforma de los recursos educativos”, dice Jaime Rodríguez, coordinador de Proyectos de Costadigital.[/gdlr_quote]
De esta forma, Costadigital realiza talleres de capacitación a profesores y profesoras para el uso de aplicaciones y plataformas educativas, las cuales serán utilizadas posteriormente en clases con los estudiantes. “Dichas aplicaciones son transversales, ya que son adaptables a diferentes contenidos curriculares de acuerdo a la asignatura. Otro elemento positivo de estas herramientas pedagógicas, es que se pueden usar en cualquier momento de la clases, ya sea en su inicio, desarrollo o cierre”, explica Sandra Núñez, encargada de realizar los talleres de capacitación al cuerpo docente.
Con todo, algunas de las aplicaciones que se han puesto en práctica en las salas de clase son Kahoot!, plataforma gratuita de aprendizaje está basada en el juego, potenciando el trabajo en equipo; Menti, herramienta que permite crear una encuesta con diferente tipo de preguntas y recibir la respuesta de forma inmediata; y, Lumosity, aplicación relativa a la activación cerebral, ya que trabaja elementos como la atención, memoria y solución de problemas, entre muchas otras. “Nos mantiene atentos a la clase porque es más entretenida, eso es lo que me gusta de usar el celular. Podemos aprender y jugar a la vez”, cuenta Javiera Álvarez, alumna de 7° básico de la Escuela Ciudad de Berlín.
“Las niñas están muy entusiasmadas y la motivación es elemental para cualquier proceso de aprendizaje”, relata Beatriz Barra, jefa de la Unidad Técnica Pedagógica del colegio República de Ecuador.
Celular como extensión del aula
La tecnología móvil forma parte de la cotidianidad de nuestros jóvenes. Esto se ha convertido en una oportunidad para modernizar la forma en que profesores y profesoras se aproximan a sus alumnos. “El celular es una lucha para todo profesor. Por eso debemos incorporarlo a la clase de manera útil porque está presente aunque no queramos”, dice Guillermo Aranda, profesor de Matemáticas de la Escuela Ciudad Berlín.
Bajo este escenario, este tipo de proyectos contribuye a que el celular y su uso en clases sean vistos como un medio para concretar un fin pedagógico. “La idea es que el celular se perciba como una herramienta, es decir, una proyección más del aula como lo puede ser un cuaderno o un lápiz”, reitera Jessica Piña, profesora de Lenguaje y Castellano del colegio República de Ecuador, quien antes del proyecto de Costadigital, ya había utilizado tecnología educativa en sus clases. “Costadigital vino a consolidar algo que ya estaba en tierra fértil”, puntualiza.
Profesores del mañana
El libre acceso a la información como principal efecto del avance tecnológico, ha traído como consecuencia que el rol del docente en el aula se redefina y adapte a este nuevo escenario. “Los niños no puede adecuarse a nosotros, nosotros tenemos que adecuarnos a los niños. Tal como funciona el internet funciona su mente, por lo tanto, yo debo estar preparada para facilitar el aprendizaje a esa velocidad”, afirma Piña.
Por estas razones, las metodologías de enseñanza de antaño quedan obsoletas a la hora de aplicarse a las nuevas generaciones. En este sentido, “nosotros no podemos fomentar el aprendizaje de memoria como antes, tenemos que enseñar a cómo comprender a los alumnos y eso requiere de mejor preparación de parte de los profesores”, dice Erna Sáez Ferrada, directora de la Escuela República del Ecuador.
Asimismo, el proyecto fomenta el desarrollo de las habilidades que se requieren para desenvolverse en el siglo XXI. “La idea es que este tipo de proyectos se traduzca en una reflexión más amplia sobre qué sentido queremos darle a la tecnología y gatillar este cuestionamiento en los niños y niñas”, concluye Sebastián Vicencio, profesor de Historia del establecimiento porteño.[/gdlr_tab]