Ocurre en ocasiones que ciertas tecnologías penetran con mucha facilidad en todos los ámbitos de la vida y, por diversas razones, otras solo llegan a ser usadas en ciertos ámbitos, como la publicidad o las empresas. Esta realidad además es cambiante dependiendo del país del que estemos hablando. En nuestro país por ejemplo la realidad aumentada está siendo usada en el rubro publicitario desde hace unos 2 o 3 años de forma creciente, pero en el ámbito de la educación no se usa tanto como quisiéramos en relación al aporte que ésta otorga al aprendizaje. En España, por el contrario, hay muchas experiencias de uso de realidad aumentada en los centros educativos, entonces, ¿qué barreras tiene los profesores chilenos para usar esta tecnología?

Las respuestas son sin duda varias, desde el desconocimiento de que existe hasta conocerla, pero   no considerarla un aporte para la enseñanza o el aprendizaje. Entre esos dos extremos hay una gama de otras explicaciones y en esta columna abordaré dos de ellas, que son las que los docentes con los que he conversado manifiestan con mayor frecuencia:

  • Desconocimiento de que cada docente puede crear sus propias actividades con realidad aumentada. En los talleres que hemos realizado, hemos visto que los docentes tenían la creencia de que las aplicaciones con realidad aumentada son estáticas, es decir, que me puedo descargar aplicaciones para determinada actividad, lo cual es cierto, pero desconocían que hay softwares que permiten crear sus propias aplicaciones de forma sencilla. En los talleres de 1 hora y 30 minutos los profesores y profesoras logran crear sus propias actividades con realidad aumentada, y comprender lo sencillo que es y el gran potencial para la enseñanza y el aprendizaje.
  • Poca disponibilidad de objetos 3D para vincular en sus actividades con realidad aumentada. Lo ideal es que cuando un profesor o profesora diseña una actividad, lo haga en función de sus necesidades y con la libertad de que podrá disponer de material para cualquier temática. En el caso de realidad aumentada, sucede que no es tan fácil encontrar objetos 3D para mostrar exactamente la situación o el fenómeno que el docente desea abordar, sobre todo cuando se quiere contar con objetos 3D animados. Frente a esta dificultad, se hace necesario entregar direcciones desde donde se pueden descargar objetos 3D, el problema allí es que la búsqueda de un objeto puede tomar bastante tiempo buceando y en ocasiones no encontrar lo que se buscaba.

Como centro de tecnología educativa, tenemos ambos desafíos, mayor formación para profesores, profesoras y estudiantes de pedagogía, sobre las herramientas de autor para desarrollar actividades con realidad aumentada y, por otro lado, buscar soluciones ya sea para consolidar un catálogo de objetos 3D o bien para enseñar a profesores a crear sus propios objetos en software de diseño 3D como SculptGL, TinkerCAD u otros.

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