El 23.6% de los docentes declara que hay políticas institucionales que fomenten la integración tecnológica en el proceso educativo, mientras que el 52,7% declara que no existen y un 23,6% lo desconoce. Otro 18% de los profesores y profesoras se encuentra en el nivel de líder capaz de adaptar a sus necesidades los distintos recursos, estrategias y conocimientos a su alcance, y que además es una fuente de inspiración para otros docentes.
Por María José Aragonés García | Equipo de Comunicaciones Centro Costadigital PUCV
La Educación para Personas Jóvenes y Adultas (EPJA), reconocida por la Ley General de Educación (2009), se considera como un ámbito relevante del sistema educativo, en tanto tiene como misión garantizar el derecho a la educación de sus ciudadanos, en este caso de personas jóvenes y adultas que por múltiples factores no han realizado su trayectoria educativa en el formato regular.
De esta forma, dentro del marco de la política institucional de Vinculación con el Medio de la PUCV, el Centro Costadigital colabora con las redes docentes de EPJA con el objetivo de realizar un levantamiento de las necesidades formación en relación a la integración de tecnologías para el aprendizaje y con ello promover instancias de formación continua pertinentes a su realidad educacional.
La iniciativa se organizó en conjunto con el Departamento Provincial de Educación de Valparaíso e Isla de Pascua (Deprov) durante un periodo de seis meses, donde se efectuaron diferentes actividades de carácter reflexivo y de diagnóstico tanto grupales como individuales con cuatro de las cinco redes que se articulan en la provincia, para comprender los factores que inciden en la integración de tecnologías en su práctica docente, identificando aspectos pedagógicos, contextuales y también relativos a la política institucional a nivel local y regional.
“Primero que todo, tenemos que agradecer el trabajamos que hemos realizado este tiempo junto a la Universidad porque viene a consolidar una aspiración que teníamos, que superó todas nuestras expectativas. El trabajo no solo es el resultado por el resultado, sino que además, hemos podido comprender las oportunidades que surgen raíz de éstos y que representan a nivel local la diversidad de nuestro territorio. Por lo tanto, podemos contar con datos objetivos que nos permitan tomar decisiones en coherencia para el 2023”, comenta Edith Cantellano, Supervisora Técnico Pedagógica del Departamento Provincial Valparaíso e Isla de Pascua.
La iniciativa de investigación viene a culminar un trabajo colaborativo realizado entre el Centro Costadigital y el Deprov desde el año 2020 que incluyó la realización de un curso de formación continua en favor del aprendizaje activo con tecnologías.
“Este proyecto ha sido una oportunidad para continuar el trabajo con las redes EPJA y es motivado por el interés compartido de desarrollar acciones sistemáticas y constantes en el tiempo que a su vez sean relevantes para quienes participan en ellas. En este caso, desde Costadigital nuestra motivación va de la mano de contribuir a los procesos de mejora de la educación con la integración de tecnologías. ”, comenta Bryan González-Niculcar, psicólogo educacional y profesional del equipo Costadigital PUCV.
Diagnóstico y oportunidades
Según cifras del Ministerio de Educación el año 2020 existían 186 mil niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años que abandonaron el sistema escolar. Para el 2021 se sumaron cerca de 39.498 estudiantes que no se matricularon en ningún establecimiento. Si bien existen políticas públicas para monitorear y reducir este creciente número, tales cifras son el antesala de la EPJA por su creciente relevancia frente a este contexto escolar.
Bajo este escenario, la Educación Para Jóvenes y Adultos (EPJA) tiene grandes desafíos relativos a la realidad estudiantil de cada centro que imparte esta modalidad educativa, lo que implica al mismo tiempo un desafío para las y los docentes que se hacen cargo de desarrollar esta labor. Por lo tanto, esta modalidad educativa es una oportunidad para cerrar un ciclo vital del desarrollo y además entregar herramientas para la reinserción social.
Bajo este contexto, la diversidad es una de las principales características del estudiantado EPJA en relación a las posibilidades de integración de tecnologías, ya que los y las docentes identifican y lidian simultáneamente con estudiantes denominados nativos digitales, es decir, con personas que tiene algún grado de conocimiento tecnológico, especialmente, de consumo de redes sociales, y por otra parte, personas denominadas “predigitales”, quienes tienen una escaso o nulo conocimiento sobre tecnología. Por tanto, no solo hay una brecha digital en tanto al acceso, sino que también respecto del uso de tales tecnologías en función del aprendizaje.
Por otra parte, la pandemia aceleró forzosamente la transformación digital para muchos educadores, y EPJA no fue la excepción, puesto que frente a este escenario la colaboración entre pares fue crucial para poder atender las necesidades educativas de los estudiantes en ese minuto relegados en sus casas, donde profesores y profesoras de la modalidad EPJA aprendieron mutuamente sobre diversas tecnologías y a su vez compartieron orientaciones para su uso pedagógico. Sobre el anterior el 50.9% reconoce la importancia de formarse en pedagogía digital, incluyendo aspecto de evaluación y retroalimentación de aprendizajes (45.5%).
En cuanto a las competencias digitales, se aplicó la encuesta de autopercepción basada en el marco de competencias digitales europeo (DigCompEdu-CheckIn) para determinar que el 36% de los docentes, que ejercen en esta modalidad y participaron de la iniciativa, se encuentran en la categoría o nivel experto, definido como quien utiliza una amplia gama de tecnologías educativas con seguridad, confianza y creatividad. Otro 18% en nivel de líder capaz de adaptar a sus necesidades los distintos recursos, estrategias y conocimientos a su alcance, y que además es una fuente de inspiración para otros docentes. Y por último, el 11% se autopercibe en el nivel pionero, quien cuestiona las prácticas digitales y pedagógicas contemporáneas, de las que ellos mismos son expertos. Lideran la innovación con TIC y son un modelo a seguir para otros docentes.
«Creo que al ver estos resultados y sumados al trabajo que realizamos en los colegios con los profesores, podemos visualizar una posición bien favorable para el equipo. Me gustaría que una proyección de este trabajo fuera medir este tema también con los estudiantes, creo que teniendo claridad de los dos escenarios, tanto en docentes como estudiantes, podemos hacer algo bien interesante usando tecnología para el aprendizaje», dice Paola Calfuleo, coordinadora de la red de docentes Valquimar.
“Me parecieron super interesantes los resultados porque si bien ya conocemos lo que está sucediendo en nuestra modalidad, no habían estudios que lo sostuviera. Efectivamente la pandemia nos obligó a usar tecnología y hay profesores que aún no saben cómo utilizarla bien en sus clases. Esto es importantísimo porque los estudiantes ahora necesitan de cosas que sean más dinámicas y rápidas, ya no sirve el profesor que habla todo el rato”, comenta Andrea Gallardo, docente de la red Valquimar.
Este escenario, presenta grandes oportunidades para las redes EPJA quienes pueden seguir fortaleciendo e intencionando tales redes colaborativas de aprendizaje entre colegas y a su vez utilizar esta diversidad estudiantil como una herramienta de aprendizaje en aula donde estudiantes ayudan a estudiantes a utilizar mejor la tecnología en clases.
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