Por Jaime Rodriguéz | Coordinador de proyectos de Costadigital PUCV
La formación permanente de los docentes es un pilar clave de su desarrollo profesional. La Ley 20.903, que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, establece que los profesionales de la educación tienen derecho a formación gratuita y pertinente para su desarrollo y mejora continua de saberes y competencias pedagógicas. El objetivo de esta formación es contribuir al mejoramiento mediante la actualización y profundización de los conocimientos disciplinarios y pedagógicos, la reflexión sobre la práctica profesional, con especial énfasis en la aplicación de técnicas colaborativas con otros docentes, así como también el desarrollo y fortalecimiento de las competencias para la inclusión educativa.
El Centro Costadigital por más de 23 años ha estado desarrollando acciones formativas en tecnología y educación, en diferentes modalidades y temáticas, alcanzando a la fecha más de 40 mil docentes, asistentes y directivos del sistema educativo en todo el país.
La experiencia nos permite tener una mirada longitudinal, práctica, crítica y vinculada con la realidad del sistema educativo, respecto de los alcances de los procesos de formación para la mejora de la calidad de la educación en general y la incorporación de las tecnologías en la docencia y gestión en particular.
Durante el año 2013, Chile participó del Informe Talis, una encuesta internacional desarrollada por la OECD con el fin proveer información de a los países miembros y socios sobre la profesión docente, además de colaborar en la revisión y el desarrollo de políticas para promover una enseñanza-aprendizaje de calidad. El 2017 se presentaron los resultados para Chile y en ellos destaca, por ejemplo, que los profesores chilenos reconocen en mayor medida que las actividades de desarrollo profesional tuvieron un impacto positivo en su trabajo, en relación al promedio de los países participantes en el estudio. Dentro de ellas, destacan las relacionadas con la formación en habilidades TIC, donde el 48% de los profesores de establecimientos públicos así lo considera. Sin embargo, aún persiste una importante demanda de desarrollo profesional en esta área según lo que consigna el informe.
Para dar respuesta a esta demanda es importante reflexionar respecto de los desafíos pendientes en los procesos de formación en TIC destinados a los profesores. De la literatura y nuestra experiencia formativa, los siguientes surgen como los principales a considerar:
- Ajuste de expectativas. Las TIC en educación generan mucho entusiasmo y apoyo, puesto que la formación es vista muchas veces como el remedio para resolver diversos problemas educativos y esto no es así, porque los cambios que se esperan no son rápidos, lo que genera desencanto. Esto no por el fracaso de la experiencia, sino porque los cambios de paradigmas, modelos y prácticas pedagógicas demandan tiempo, dedicación y mucho trabajo.
- Cambio en los modelos pedagógicos. La tecnología por sí sola no genera ningún cambio en las concepciones o prácticas pedagógicas. Es el trabajo del docente el que permite que las TIC se conviertan en herramientas para mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes y cambios en la formación de los profesores los que pueden garantizar nuevas comprensiones y capacidades.
- La articulación de la pedagogía con la tecnología. Para formación en TIC que sean significativos no es suficiente contar con tecnólogos o docentes que desde sus propios énfasis intenten trabajar las TIC desde el curriculum. Se requiere en el diseño e implementación un perfil docente capacitado en el manejo de TIC que no sólo transfiera el conocimiento, sino que también asesore a los docentes a través de acompañamiento y reflexión de la práctica pedagógica.
Desde Costadigital, nos esforzamos para, en primer lugar, generar diseños y ofertas formativas que respondan a necesidades del sistema y que provean oportunidades de acceder a conocimiento actualizado, actividades para transferir al aula e intercambio de experiencias y colaboración entre pares para la construcción de nuevos conocimientos; en segundo lugar, proponer nuevas prácticas pedagógicas para que a los docentes les permitan innovar e ir gradualmente transformando sus concepciones; y finalmente, una formación que no sólo se agote en un taller o curso de capacitación, sino que lo acompañe en su transferencia al aula y en la reflexión de su práctica, de manera de conseguir una adecuada apropiación.
Para ello se considera el uso de plataformas, el diseño de recursos interactivos y multimediales y un equipo de especialistas con experiencia y conocimiento del desafío y la realidad educativa, por lo que los invitamos a sumarse a las actividades de formación que ofrecemos y ser parte de nuestra comunidad educativa.