Creación de aplicaciones y domótica son algunos de los proyectos que se han abordado en formación TP con esta metodología.
Uno de los principales desafíos de la docencia es captar la atención y el interés de sus estudiantes, sobre todo hoy, donde profesores y profesoras compiten con el celular, y los contenidos de cualquier asignatura se perciben cada vez más lejanos y poco atractivos para ellos.
Bajo este panorama, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una alternativa que permite que el proceso de aprendizaje sea interesante y significativo para los estudiantes, ya que se les plantea una situación desafiante de acuerdo a sus intereses, donde como grupo deben encontrar soluciones concretas usando tecnología. Esta búsqueda hace que conozcan y compartan sus talentos, desarrollen el pensamiento crítico, la planificación y pongan en práctica la creatividad, sus habilidades sociales y de comunicación.
¿Pero a qué contenidos se puede aplicar esta metodología? Hablamos con docentes del Liceo Politécnico América de Los Andes, quienes se la han jugado por este cambio en la oferta formativa con excelentes resultados, incentivando a sus alumnos y alumnas a ser creadores de tecnología con un sentido social y no solo usuarios.
APP PARA DETECTAR MICROBASURALES
La aplicación fue desarrollada por un 1° medio de 28 personas y tanto docentes como estudiantes se capacitaron para utilizar “App Inventor”, software creado por Google Labs para la elaboración de aplicaciones.
“La app permite visualizar la ciudad e identificar los lugares críticos con basura. Además, se le va a sumar un botón donde la comunidad podrá hacer denuncias para futuros lugares que acumulen basura. La idea es que el Departamento de Medioambiente del Municipio también tenga acceso a esta información”, dice Franco Nuñez, director del liceo.
“Esto corresponde a la asignatura de Tecnología, sin embargo, siempre hay dos profesores por aula. Por un lado, yo y, por otro, el profesor de ITP (Introducción al Técnico Profesional). Ahora bien, si nosotros queremos vincularlo con otras asignaturas podemos llevarlo a Lenguaje, para ver la información que va a tener la app, o bien Ciencias para ver los componentes de la contaminación, incluso Historia para entender las raíces de este problema”, relata la profesora Paula Mena de Tecnología.
Para la creación de esta app, los y las estudiantes tuvieron que salir varias veces a terreno para sacar diversas imágenes de la localidad, además de programar y discutir la estructura y visualización que iba a tener para el diseño de botones que tendrá la app.
DÓMOTICA
Se entiende por domótica la acción de automatizar una vivienda, que integran la tecnología en los sistemas de seguridad, gestión energética, bienestar o comunicaciones. En base a esto, los estudiantes de 1° y 2° medio, tuvieron que realizar una maqueta de la casa soñada donde “la idea es que la casa sea controlada a través del celular, logrando apagar y encender las luces de cada habitación, un portón eléctrico, aire acondicionado representado por un ventilador, etc. El objetivo es que ellos entendieran que más adelante estos controles se pueden incorporar a sus propias casas”, relata Mario Canabes profesor de formación TP a cargo del proyecto.
Actualmente, el liceo cuenta con las especialidades de Construcción y Electricidad, por lo cual se espera que este contenido sea un puente para que los estudiantes vinculen este aprendizaje con sus posteriores especializaciones.
TECNOLOGÍA Y APRENDIZAJE CON UN SENTIDO SOCIAL
El Centro Escolar de Desarrollo Comunitario (CEDCO) tiene como objetivo acercar a los estudiantes a organizaciones sociales (juntas de vecinos, centros de madres, clubes de adulto mayor, etc.) para resolver problemáticas con el uso de tecnología, financiado por fondos del Programa Soy Técnico de Anglo American.
Unos de los proyectos que tienen para postular es la creación de pintura en base a aceite para freír reciclado. “Ya hicimos las primeras pruebas y hemos podido apreciar que no forma hongos, no ha perdido color y puede servir para fachadas”, cuenta Franco Núñez, director del liceo.
“La idea es que las juntas de vecinos recolecten el aceite que ellos usan para freír, así evitamos que se tire al fregadero, nosotros creamos la pintura y se las regalamos para que ellos la utilicen en lo que estimen conveniente. De esta forma, el proyecto tiene un sentido social asociado al aprendizaje”, relata Mena.
Finalmente, existe una clara intención de avanzar hacia paradigmas educativos donde el estudiante sea gestor activo de su aprendizaje, situando el trabajo en grupo y el uso de tecnología como parte elemental del proceso. Para ello es importante que los esfuerzos vayan dirigidos a capacitar a los docentes con estas nuevas herramientas, facilitando el diálogo entre las asignaturas, donde la planificación en conjunto sea un requisito básico para todas las clases.
“El proceso no ha sido fácil, tenemos que aprender a sacar los paradigmas que tenemos y comprender que el aprendizaje tiene que nacer del estudiante y uno es solo un mediador de ese proceso. Nosotros como docentes no tenemos la verdad absoluta, sino que nosotros también podemos aprender, sólo hay que tener la mente abierta para avanzar”, zanja Mena.