Por María José Aragonés G.

A poco tiempo de finalizar el proyecto “Tablet: Una oportunidad de aprender matemáticas jugando”, impulsado por el Programa Enlaces del Ministerio de Educación y el Centro Costadigital PUCV, conversamos con Paola Fernández, educadora del Colegio Antártica Chilena en Vitacura, uno de los más de 900 establecimientos que participaron del proyecto para ver de qué manera las TIC han impactado en proceso de aprendizaje de sus estudiantes.

Fernández reflexiona acerca de las estrategias empleadas para la resolución de problemas matemáticos, además de las habilidades y competencias que los niños y niñas desarrollan como parte de este trabajo, demostrando que la tecnología bien intencionada es aliado transversal para otras asignaturas.

¿Qué estrategias usas en tus clases?

«El desafío es que los niños y niñas aprendan a pensar, poniéndolos en diferentes situaciones, donde la matemática tenga sentido y significado. En primer lugar, hago que se conecten emocionalmente con el problema a través de situaciones que ellos conozcan. En segundo lugar, me aseguro que el problema haya sido entendido, por lo cual tienen que verbalizar, dibujar o actuar brevemente el problema y, a su vez, clarificamos todas las palabras que puedan ser obstáculo para la compresión. Una vez terminado esto, es hora que los niños y niñas activen su creatividad y busquen diversas formas o caminos para resolver el problema. Este momento es muy dinámico porque se ponen en acción estas estrategias, para luego comprobar si sus elecciones han sido correctas».

¿En qué parte del proceso de aprendizaje la tecnología se convierte en un aporte para la resolución de problemas matemáticos?

«El uso de la tecnología en general, ya sea celular, tablet o computador, es muy beneficioso porque es un recurso muy llamativo para niños y niñas. Al presentar una situación problemática en una tablet, donde pueden escuchar y seguir la lectura del enunciado en una pantalla, hace que se conecten emocionalmente con el problema y así entenderlo. Por otra parte, favorece el respeto y la comunicación porque trabajan en pareja y por turnos. Otro beneficio es que el aprendizaje se da de acuerdo a la velocidad de cada niño o niña, es decir, respeta sus propios tiempos y ritmos. Además, si se equivocan, la plataforma les da la oportunidad de corregirse con otro problema similar». 

¿Qué beneficio tiene la tecnología en cuanto a otras habilidades y competencias?

«Permite que los niños y niñas aprendan a pensar y buscar distintas estrategias para solucionar un problema, aprenden a producir ideas. Por otra parte, aporta en el desarrollo de lenguaje, ya que tienen que verbalizar los procedimientos y acciones que usaron para llegar a la solución. Esto además favorece el respeto y la sociabilización, pues tienen que escucharse y poner en común los procedimientos de otros compañeros, de esta forma, pueden ver que hay más de una forma de llegar a la solución, pueden hacer caminos más largos o cortos, pero todos son válidos. Ahora bien, cuando llegamos a la etapa de comprobación surgen errores, sin embargo, esto también es una herramienta para enseñar que el error es normal y no punitivo, aquí son ellos los que van identificando el error y ayudan a repararlo. Otro aporte es que ellos ponen en práctica conocimientos previos y permite que se construyan otros nuevos».

¿Cómo fue la recepción de los estudiantes?

«El uso de la tecnología es llamativo para los niños y niñas. Es un recurso que se debe usar de manera planificada e intencionada, además hace que se concentren más, ya que la aplicación es estimulante para ellos. De hecho, cuando pasan días sin trabajar con ella, se preguntan por qué o cuándo volverán las tablet (risas)».